¿Qué es la Minería Verde?
Este tipo de minería se basa en la eficiencia en el uso de materiales, el agua y la energía, minimizando el impacto ambiental negativo y asegurando la trazabilidad de los recursos obtenidos para su correcto aprovechamiento, además de cuidar su correcto encaje dentro de la comunidad en la que desempeña su actividad.
Los medios para avanzar en estos objetivos son la optimización de las tareas laborales y organizativas, el fomento de tecnologías limpias y de última generación, y la aplicación de una metodología donde prime la eficiencia por encima de todo.
Otro factor a considerar es la sostenibilidad de los terrenos, poniendo en práctica en la medida de lo posible planes de rehabilitación de los mismos tras el cese de la actividad.
El impacto de no aplicar la minería verde en la práctica minera
Si las extracciones mineras no se realizan correctamente pueden provocar un
impacto medioambiental significativo, infligiendo un daño perdurable a lo
largo del tiempo.
El proyecto de extracción minera conlleva tres tareas fundamentales: la
extracción, el transporte y el procesamiento de minerales.
Éstas incluyen subtareas como operaciones subterráneas y en la superficie o el uso de fertilizantes y la construcción de estructuras. Esto, además de afectar
negativamente al medioambiente, afecta a las comunidades vecinas de las
zonas donde se realizan este tipo de actividades, provocando un impacto
negativo (acústico, contaminación, etc.) en su bienestar y su salud.
Para evitar que todo este conjunto de actividades tenga consecuencias
negativas en el medioambiente existe la minería verde.
En el caso de Colombia, este tipo de explotación se está convirtiendo en la
principal preocupación de las empresas dedicadas a la actividad minera en el
país.
Los 5 aspectos básicos de la Minería Verde
1. Procurar el desarrollo de la comunidad: Resulta fundamental asegurar el bienestar de la población de las zonas cercanas a la actividad minera. Se promueve el empleo digno, se ofrecen unas estructuras públicas idóneas y se fomentan la educación y la formación de estas comunidades.
2. Conservar el agua: Las empresas se responsabilizan de no verter ninguna sustancia contaminante en ríos, acuíferos, mares u océanos.
3. Proteger el medioambiente: También se comprometen a mantener el paisaje tal y como se encontraba antes de cualquier actividad, utilizando técnicas como la reforestación.
4. Realizar actividades mineras eficientes: Para aprovechar al máximo todos los recursos de los que se disponga, tanto tecnológicos como humanos.
5. Utilizar energías renovables: Y finalmente, se aprovecha este tipo de fuentes con el objetivo de conservar el medioambiente.
Gracias a esto se puede demostrar que la actividad minera no significa la
destrucción de todo cuanto la rodea, sino que, bien desarrollada, es
beneficiosa para todos.