Los metales preciosos son activos únicos: altamente líquidos, aunque escasos; tienen un valor emocional, cultural y financiero.
El abanico de inversores abarca desde individuos hasta fondos de pensiones y fondos soberanos, y están ubicados tanto en mercados desarrollados como en mercados emergentes.
Nuestro principal metal precioso: el oro.
El mercado de oro moderno es la imagen de la diversidad y el crecimiento. Desde principios de la década de los 70, el volumen de oro producido cada año se ha triplicado, la cantidad de oro comprada anualmente se ha cuadruplicado y los mercados de oro han florecido en todo el mundo*.
Datos clave que debéis saber:
● El oro es un activo principal impulsado por muchos factores, no solo por la demanda de inversión.
● El oro es uno de los diversificadores más efectivos.
● El oro proporciona rendimientos competitivos en comparación con otros activos financieros importantes.
● Con el tiempo, las monedas fiduciarias, incluido el dólar estadounidense, tienden a perder valor frente al oro. La combinación de estos factores significa que agregar oro a una cartera puede mejorar los rendimientos ajustados al riesgo.
El oro es adquirido por un conjunto de consumidores e inversores mucho más diverso que en cualquier otro momento de la historia.
Demanda anual promedio de ORO: ~4.100 toneladas / ~US$ 166 billones
Los diversos usos del oro, en joyería, tecnología, inversión y por parte de los bancos centrales, hacen que diferentes sectores del mercado alcancen prominencia en distintos momentos del ciclo económico mundial. Esta diversidad de la demanda y la naturaleza auto-equilibrada del mercado del oro, respaldan sus sólidas cualidades como activo de inversión.
* https://www.gold.org/about-gold/gold-demand.
El precio del oro
Es indudable que el oro es un bien muy preciado en bolsa. De hecho, se han producido momentos en los que la cotización ha aumentado de forma muy significativa, tal y como ocurrió en los años 70, década que comenzó con un precio de 35 dólares por onza troy y terminó subiendo hasta los 850 dólares, un 2.300% más en tan solo 10 años.
Los expertos apuntan a que vivimos años en los que ha creado un entorno muy parecido al vivido en los años 70; de hecho, el patrón de comportamiento es muy similar. Por tanto, nos encontramos ante un panorama positivo donde expertos, como los de ETF Securities, apuntan a que pueda producirse una inflación donde las tasas de interés real negativas sean positivas para el oro.