En la actividad minera se pueden diferenciar varias etapas de trabajo, las cuales componen su ciclo de vida.
Descubrimiento, prospección y exploración
El trabajo en una mina se inicia con su descubrimiento. Aquí entra en juego lo que se conoce como prospección y exploración, es decir, aquellas actividades que se centran en averiguar si existe algún mineral que extraer, cuánto hay y dónde se encuentra.
Este trabajo es llevado a cabo por geólogos e ingenieros, además de otros especialistas en distintas materias, quienes deben realizar un exhaustivo estudio de las probabilidades de éxito que puede tener el yacimiento, considerando el tamaño y el grado del depósito, la inversión inicial, los riesgos y la solidez del proyecto.
Explotación
Una vez la empresa minera ha valorado los estudios de probabilidad del proyecto, si el depósito encontrado es viable, comienza la planificación de la extracción, la obtención de acuerdos de inversión y la búsqueda de posibles compradores o inversores, entre otras cuestiones.
Igualmente, aquí entra en juego la planificación de la ingeniería a utilizar, sus costes, la legislación vigente en el lugar de explotación o la normativa medioambiental al respecto.
